La demanda por espacios naturales ha aumentado explosivamente en los últimos años, siendo acompañada por un aumento paulatino de servicios turísticos, de productos para el outdoors, pero no de desarrollo de equipamiento y/o infraestructura de los lugares y de modelos de acceso racionales a las áreas verdes, espacio que Outlife ha hecho suyo, siendo la primera empresa de Chile dedicada profesionalmente al desafío. En estos temas no hay verdades absolutas ni un manual definitivo, por lo que durante los 7 años que llevamos trabajando en proyectos de parques o desarrollos inmobiliarios, estamos en constante búsqueda de referentes y buenas ideas para implementar en los distintos proyectos.
Es por esto, que durante Julio, parte de nuestro equipo viajó a Canadá y E.E.U.U. conociendo de primera fuente referentes y recogiendo buenas ideas para nuestros parques y futuros proyectos.
El primer día conocimos el Mount Fromme, queda en el borde urbano de Vancouver con los cerros. Parque público gratuito mantenido por la comunidad que tienen un equivalente al club del paleo que se llama NSMBA. Tienen también empresas que apadrinan senderos para ayudar a su construcción y mantención.
Nuestra segunda parada fue un clásico: Whistler. Un gran centro de ski en invierno con Bikepark en el verano, además de muchos circuitos de trekking y turismo. Llama la atención que el pueblo que lo rodea vive en torno al deporte. La villa Whistler tiene todo tipo de servicios, talleres, restaurantes, etc..
Como Bikepark no necesita mucha presentación: muchísimos kms de sendero, todo muy bien señalizado y con grados de dificultad según el nivel de cada usuario. La señalética y sistemas de información te van guiando para que vayas subiendo tu nivel de sendero en la medida que vas mejorando, además de una seguridad y servicios de emergencia de primer nivel. Como Bonus track, conocimos un parque «urbano» en Whistler, con muchos senderos peatonales y de bicicletas, por el que recorres canchas de golf, lagos, plazas y skateparks.
Seguimos a Revelstoke, un pueblo muy turístico que funciona en torno al outdoor, tanto en invierno como en verano. En verano, hay muchísimos senderos formato singletrack, en terrenos de la corona británica que son administrados por el gobierno canadiense. Los senderos son manejados por un club local, recaudando fondos entre membresías anuales, aportes del gobierno, empresas productivas del sector (mineras, forestales, etc…) y empresas turísticas de la zona que también aportan a otros clubes.
Este club se encarga de la construcción y mantención de los senderos, y además organiza voluntariados, muy similar al Club del Paleo. Este esquema se repite bastante en los lugares más rústicos en Canadá, dejando de lado los grandes bikeparks. Tuvimos la suerte de pedalear con el presidente del club y con una mujer que trabaja para el gobierno administrando estos territorios. No hay nada como recorrer un lugar con los locales, porque muestran los mejores spots y además son los mejores guías.
Siguiendo con el viaje de estudio, nuestro equipo pasó por Banff, normalmente reconocido por la clásica postal del Lake Louise. En torno al parque, hay algunos pueblos con un fuerte desarrollo turístico, principalmente Banff y Canmore. El parque nacional Banff es un gran destino para recorrer independientemente del deporte que se practique, ya que cuenta con una infraestructura del mejor nivel para todos, sobretodo en invierno.
En Canmore está uno de los lugares que más nos llamó la atención, el Nordic Centre, sede de las olimpiadas de invierno de 1988. Aún en verano, hay una tremenda cantidad de deportistas entrenando en distintas disciplinas como mountain bike, trail running o ski nórdico en patines. Todo el lugar respira un ambiente deportivo impresionante.
ATENTOS A LA SEGUNDA PARTE DEL VIAJE, EN DONDE RECORRIMOS PARQUES CLÁSICOS DEL NORTE DE E.E.U.U.